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Hasta pronto!

Seguimos atando cabos. En este caso, y también a raíz del

El dibujante Miguel Brieva me dijo en una entrevista a propósito de su libro recopilatorio Dinero que no le importaría estar en medio de Banksy y de Muchachada Nui. Al graffitero no he podido localizarle aún, pero al clan de Joaquín Reyes sí, y por eso rescato ahora estos dos escritos y los meto en el mismo saco. Crítica mordaz desde dos planos distintos pero con mucho en común.




Hace pocas semanas se estrenó una nueva versión del clásico de Lewis Carroll Alicia en el País de las Maravillas. Tim Burton ha sido el artífice de la misma y tengo que decir que por eso tenía, desde hacía mucho tiempo, las esperanzas puestas en esta nueva cinta. Estaba dispuesta a ponerme las gafas de 3D y a dejarme atrapar como una niña ante el mejor espectáculo del mundo. Pero no. No. Qué va. Abrí la boca en varias ocasiones, unas para bostezar y otras asombrada, consternada, perpleja... por ejemplo por acabar viendo así a Alicia cortando cabezas con una armadura y espada en mano. Toda esa acción... ¡Pero si la historia ya la tenía desde un principio! Qué final más triste... No consigo olvidarlo. Una producción llena de grandes logros, sí, pero ese guión me mató, y puede que fuese porque en mi cabeza ya tenía una imagen inamovible de todo lo que se estaba contando. Puede que esté demasiado aferrada al libro, a la versión animada de Disney o a los dos artículos que escribí hace unos años y que os dejo ahora aquí.









Aquí van dos reportajes sobre temas musicales, uno sobre los 50 años del mítico sello discográfico Motown y otro sobre la reedición de una grabación sonora increíble: la que recoge la jam session que se marcaron en los Sun Studio de manera espontánea nada menos que Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins y (aunque continúa siendo un misterio el por qué su voz no quedó registrada) Johnny Cash.


